Cuenta la historia que un hombre encontró un pequeño capullo de mariposa en
su jardín. Emocionado por el hallazgo, arrancó la hoja donde estaba posado éste
y lo llevó a casa con el nuevo ser viviente que estaba por salir de ahí. Cada
día lo examinaba para ver si ya asomaba la mariposa. Un buen día vio que se
había abierto un pequeño orificio en el capullo. El hombre se sentó a observarlo
durante varias horas, mientras que la mariposa luchaba por salir. El pequeño
insecto forcejeaba la salida pero su cuerpo no pasaba a través del orificio. En
un momento parecía que había agotado todas sus fuerzas y no progresaba su
intento de salida. El hombre pensó: “Pobre mariposa, tengo que ayudarla a salir
de allí”. Corrió a buscar unas tijeras y logró cortar una parte del capullo para
hacer el agujero más grande y así la mariposa pueda salir y volar. La pequeña
mariposa logró salir pero tenía el cuerpo muy hinchado y sus alas estaban
dobladas, se veían muy pequeñas. El hombre siguió mirando a la mariposa
esperando que su cuerpo pierda la hinchazón y vaya desplegando sus alas. No
sucedió ni lo uno, ni lo otro. La mariposa se arrastraba en círculos sin poder
volar. Nunca lo hizo. El hombre pensando que su acción era una muestra de su
bondad, no comprendió la verdadera magnitud de lo que había hecho. La lucha que
requiere dicha mariposa para salir por aquel diminuto espacio del capullo es la
forma en que la naturaleza la obliga a enviar forzosamente fluidos de su cuerpo
hacia sus alas para que puedan crecer y fortalecerse para volar.
MORALEJA:
Dios no nos pone pruebas si es que sabe que no las vamos a poder soportar.
Existen situaciones difíciles que ayudan a formar nuestro carácter, a
fortalecernos, nos enseñan a analizar mejor las cosas, a saber adaptarnos mejor
a los cambios, a estar preparados para nuevos retos, sin que nadie más tenga que
decidir sobre nosotros. La propia experimentación será nuestro mejor método de
aprendizaje. Podrás tomar consejos y advertencias de otras personas,
pero las decisiones deben ser tuyas, tu debes sacar la cara y defender tu propio
punto de vista. Todo lo que nos pasa tiene un propósito en esta vida. Además,
esta lectura también nos enseña que cada cosa llega en el tiempo debido. Así
como la mariposa, quien aún no estaba lista para salir del capullo y debía
seguir luchando sola, fortaleciéndose para poder salir y volar libremente.
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