Los
hábitos adquiridos en esta época son de gran importancia para el futuro y por
eso debemos acostumbrar a nuestros hijos a mantener ritmos alimentarios
correctos, al menos de cuatro comidas diarias.
Un punto
crítico, sobre todo en la época escolar es el consumo de golosinas y/o snacks;
muchos de ellos corresponden a productos manufacturados con elevadas cantidades
de sal, grasa saturada, azúcar y colesterol, y ausencia o poco contenido de
micronutrientes.
La idea
es que la dieta del niño en su casa oferte alimentos variados, con diferentes
nutrientes, diferentes presentaciones, sabores, texturas, colores que puedan
orientar al niño a preferir los alimentos saludables. Esta oferta reiterada los
inducirá a preferir estos alimentos de mejor calidad nutritiva y evitar el
rechazo a frutas, verduras, etc.
Está
claro que seguramente el consumo de golosinas o snacks, bebidas gaseosas
azucaradas, resulta inevitable y el problema fundamental no es impedir su
consumo, sino que éste sea claramente limitado y no constituya una parte
importante de la energía diaria. Los niños deben tener claro que estos
alimentos se consumirán únicamente en oportunidades puntuales y con moderación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario